Cada 28 de julio, en Argentina se celebra el Día del Psicomotricista, una fecha que busca visibilizar y homenajear a quienes trabajan desde una disciplina aún joven, pero profundamente transformadora: la psicomotricidad. En un mundo cada vez más acelerado y digital, donde el cuerpo parece olvidado, los psicomotricistas rescatan lo esencial del movimiento, la presencia y el vínculo.
¿Qué es la psicomotricidad?
La psicomotricidad es una disciplina que estudia e interviene en la relación entre el cuerpo, la emoción y la cognición. Su abordaje es integral, considerando al ser humano como una unidad indisoluble entre lo físico y lo psíquico, lo motor y lo afectivo. Los psicomotricistas trabajan con el cuerpo en movimiento como vía de expresión, comunicación y desarrollo subjetivo.
En otras palabras, el psicomotricista no solo observa cómo se mueve una persona, sino también por qué se mueve así, cómo se siente al hacerlo, y qué dice su cuerpo incluso antes de hablar. Es una práctica que combina fundamentos de la neurociencia, la psicología, la pedagogía y el arte del juego.
¿Por qué se celebra el Día del Psicomotricista el 28 de julio?
La elección del 28 de julio como Día del Psicomotricista no es casual. Ese día, en el año 1950, la argentina Dalila Molina de Costallat recibió su certificación como psicomotricista en Francia, convirtiéndose en la primera profesional reconocida en esta área de nuestro país. Su labor pionera marcó el inicio de un camino que, décadas más tarde, ganaría terreno académico, institucional y profesional.
Desde entonces, miles de psicomotricistas se han formado en universidades públicas y privadas de todo el país, como la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), la Universidad del Salvador, la Universidad Nacional de Tres de Febrero, entre otras. La disciplina ha ido conquistando espacios en el sistema educativo, en la salud pública y en el ámbito socio-comunitario.
¿Qué hace un psicomotricista?
El campo de acción de un psicomotricista es amplio y diverso. Puede desempeñarse en:
- Centros de estimulación temprana, abordando trastornos del desarrollo en la primera infancia.
- Escuelas, promoviendo el desarrollo corporal, el juego y la inclusión educativa.
- Hospitales o consultorios, trabajando con niños, adolescentes o adultos con diversas condiciones físicas, cognitivas o emocionales.
- Residencias geriátricas, ofreciendo espacios de expresión y movilidad a personas mayores.
- Dispositivos comunitarios, generando talleres donde el cuerpo se convierte en herramienta de encuentro y transformación social.
Los psicomotricistas utilizan estrategias lúdicas, juegos sensoriomotores, actividades gráficas, circuitos motores, expresión corporal, relajación, y sobre todo, una mirada comprensiva del sujeto en su totalidad. Su trabajo no se reduce a lo físico, ni se confunde con la kinesiología; su eje es el vínculo, el deseo, y la subjetividad que habita cada cuerpo.
Una profesión con creciente reconocimiento
Durante años, la psicomotricidad transitó una especie de invisibilidad institucional. Sin embargo, en las últimas décadas, ha crecido su legitimación académica y profesional. Hoy existen carreras universitarias de grado específicas y posgrados que profundizan sus fundamentos teóricos y clínicos.
En Mendoza, por ejemplo, la Facultad de Educación de la UNCuyo ofrece la Licenciatura en Psicomotricidad, que forma profesionales altamente capacitados para intervenir en escenarios complejos desde una perspectiva interdisciplinaria.
A nivel nacional, la figura del psicomotricista ha sido incorporada en equipos técnicos escolares, en centros de atención primaria de la salud y en proyectos comunitarios con enfoque inclusivo.
La importancia del cuerpo en tiempos de virtualidad
El cuerpo es el gran protagonista (y a la vez el gran olvidado) de nuestras vidas cotidianas. En una época signada por pantallas, hiperconectividad y ritmos de vida acelerados, la psicomotricidad nos recuerda que movernos, jugar, tocar, descansar y expresarnos corporalmente es esencial para estar bien.
El psicomotricista acompaña ese proceso, ayudando a personas de todas las edades a reencontrarse con su cuerpo, a desarrollar confianza en sus movimientos, a elaborar emociones a través del juego, y a construir una identidad desde una vivencia corporal integrada.
Una invitación a reconocer y difundir
En este Día del Psicomotricista, desde GuíaCuyo queremos saludar y reconocer a todas las personas que eligen esta profesión comprometida, sensible y transformadora. También queremos abrir las puertas a quienes deseen dar a conocer su labor, sus espacios de atención, sus talleres o sus proyectos.
Si sos psicomotricista, estudiante de psicomotricidad o simplemente querés difundir un espacio donde se trabaje desde esta perspectiva, te invitamos a contactarnos. En guiacuyo.com ofrecemos la posibilidad de publicar artículos, entrevistas, notas institucionales y actividades relacionadas con el bienestar integral de las personas.
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